El HIV es una enfermedad infectocontagiosa, preponderantemente de transmisión sexual y vertical (transmisión de madre a hijo, durante el embarazo y parto), explica el Médico Infectólogo del Hospital Enfermeros Argentinos, Daniel La Spina.
En la actualidad, la forma más recomendable de prevenir esta enfermedad es informándose acerca de la transmisibilidad del HIV y realizándose un test en forma voluntaria. Este estudio no es obligatorio, forma parte de una decisión personal, sí es recomendado en mujeres embarazadas con la finalidad de proteger a la madre y sobre todo al niño por nacer.
El SIDA pasa en una proporción de un 5% de madre a hijo, si se realiza el correcto tratamiento, se programa el parto o cesárea y se evita la lactancia materna, este porcentaje baja notablemente, aclara el médico infectólogo.
Un paciente infectado de HIV pasa a tener la enfermedad cuando el virus ha avanzado de forma progresiva, si bien puede estar inaparente mucho tiempo, cuando la carga viral aumenta, el paciente comienza a estar indefenso frente a multiples infecciones y tumores. Anteponiendose a este cuadro, desde el servicio de infectología se aplica un esquema de tratamiento apenas se detecta un test positivo.
“Tener el virus, significa tener la enfermedad, aunque no tenga expresión clínica tarde o temprano se va a desarrollar” asevera el Dr. Daniel La Spina.
El Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes dio a conocer los últimos datos de sida, Mendoza presenta en la actualidad una tasa de 17,3 de nuevos casos diagnósticos de VIH (cantidad de infectados notificados cada 100.000 habitantes en un año). La población más afectada por la epidemia es la adolescente-adulta, entre 15 y 59 años, y se registra una tendencia ascendente en el grupo de personas menores de 30 años. Existe una concentración de la epidemia en los centros urbanos, teniendo en cuenta que el 76,8% de la población diagnosticada entre 2010-17 vive en los departamentos del Gran Mendoza.
El 98,3% del total acumulado de casos en este período se transmite por relaciones sexuales no protegidas.
En nuestro Departamento se han detectado varios casos en el último año, pero lo más alarmante es que muchos de estos pacientes no realizan tratamiento, más allá de que desde nuestra institución se pone en práctica un protocolo en el que interviene la trabajadora social, el médico infectólogo y el Programa Provincial de SIDA ( En caso que el paciente no tenga obra social). Una vez realizada la denuncia de caso en este programa, la persona se deriva a la ciudad de Mendoza, donde se le realizan controles y le asignan un esquema de tratamiento con medicación que retira mensualmente en nuestro Hospital.
El servicio de Infectología en forma conjunta con el servicio de trabajo social, siguen la evolución de cada paciente en particular, asesorándolos y acompañando a su entorno. Un camino a desandar es la educación, hay un extenso camino por recorrer, sobre todo desde la primer etapa de la adolescencia para instaurar el hábito y la consciencia sobre el cuidado de la salud y el conocimiento en educación sexual Integral.
Silvina Castro.