Dormir bien es importante para cuidar nuestra salud tanto física como mental. Cada fase del sueño está vinculada a una tarea diferente: durante el sueño profundo se produce la restauración física y durante el sueño REM la restauración de la función cognitiva (aprendizaje, memoria, concentración).
Dormir es una función vital y ello se debe en parte a que regula de los biorritmos y favorece el equilibrio entre las exigencias biológicas internas y el medio exterior.
El correcto descanso estimula la restauración de los tejidos y músculos del cuerpo. En el corto y mediano plazo las personas que tienen problemas para dormir presentan síntomas físicos directamente relacionados con la falta de sueño como fatiga, dolor articular, dolor muscular y dolor de cabeza y síntomas psicológicos como cambios repentinos en el humor, irritabilidad, incapacidad para manejar situaciones estresantes o tomar decisiones importantes, entre otros. En el largo plazo el insomnio crónico puede estar asociado incluso a enfermedades y patologías aún más graves y peligrosas.
Es fundamental la calidad del sueño, todos los especialistas hacen acuerdo en que las condiciones en las que dormimos son tan importantes como la cantidad de horas que lo hacemos.
El descanso físico y mental es un proceso mucho más amplio que el solo dormir. Para dormir bien debemos estar dispuestos a hacerlo, y ello implica que nos preparemos adecuadamente. A continuación te daremos algunos consejos para dormir mejor y para aprovechar más las horas que tenemos para dormir.
- Trata de no tener aparatos electrónicos en tu habitación.
- Trata de no pasar mucho tiempo viendo la tele antes de ir a dormir, tampoco usando el ordenador o tu teléfono celular.
- Procura que la habitación en la que duermes esté lo más oscura y silenciosa posible.
- Procura que también esté lo más ordenada y limpia posible.
- Y también que haya una temperatura estable y templada: ni demasiado frío ni demasiado calor.
- Apaga tu teléfono o silencia las notificaciones durante la noche.
- Trata de evitar levantarte de la cama en la mitad de la noche.
- Trata de evitar irte a la cama pensando en temas que te produzcan estrés.
- Procura tener una buena cama, un buen colchón y una buena almohada.
- Procura encontrar una posición que te resulte cómoda durante la noche y no te produzca dolores al levantarte de mañana.
- Evita cualquier cosa que te pueda causar molestias físicas durante la noche.